¡A CADA TIEMPO SU ARTE! SOLIDARIDAD INTERNACIONAL CON PIERO CANNATA
Luther Blissett
[<] Proyecto Luther Blissett
El 26 de enero de 1999, Piero Cannata intervino sobre el
cuadro"Senderos Ondulados" de Pollock, conservado en el "G.N.A.M."
de Roma. Desafío a cualquier periodista de los que han
escrito sobre su acción a distinguir la pincelada de Cannata
de cualquiera de los garabatos de Pollock.
La intervención de Cannata es el mejor tributo que nadie
podría hacer a un artista como Pollock. La única
diferencia existente entre el expresionista abstracto americano y el
performer italiano es que el primero consumaba suactividad en un
"contexto artístico" y perseguía,encontrándolo,
el apoyo teórico y económico decríticos y
galeristas, sin el cual es posible quePollock hubiera acabado
encerrado en un manicomio (sobre cuyas paredes, tal vez,
habrían puesto su "obra", para que fuese el hazmerreir de los
enfermeros).
Jackson Pollock no
pintaba, derramaba pintura, embadurnaba, ensuciaba, en sus telas se
podían encontrar residuos de cigarrillos y cerillas, esputos
y cualquiercosa. Un día Pollock orinó en una sala de
Peggy Guggenheim, sí, meó dentro bajo la mirada de
muchos de los presentes, estando probablemente borracho. Lo cual
devino inmediatamente en una de las más célebres
"performances" del gran genio, cuya vida estaba constelada de
acciones como esta. ¿Cual sería, según
vosotros, la reacción de los guardas de la actual "Peggy
Guggenheim Collection" si Piero Cannata, o cualquier otro visitante
anónimo del museo, orinase en el mismo sitio? Es evidente
que, en el mejor de los casos, le caería una denuncia.
¿Quién
tiene la certeza de que la obra de Pollock es más importante
que la de Canatta? ¿De que Pollock no no se habría
entusiasmado con esta mejora? ¿Por qué una obra de
arte debe marchitarse en una pared y no se puede hacer con ella otra
cosa que guardarla, cuando es evidente que la vista es sólo
uno de los sentidos ante los que una obra debe exponerse (se
debería poder tocar y oler...)
Y qué importa si haciendo esto la obra se perdiese más
deprisa? ¿Importa que una obra permanezca sagrada e inviolada
hasta el infinito? ¿No sería esto más propio
que los museos que guardan esculturas de Calder entre cuatro
paredes, cuando fueron ideadas en realidad para ser expuestas en
lugares abiertos y batidos por el viento?
¿No son los museoslos que cercan los objetos de Beuys y las
máquinas de Tinguely creadas realmente para interaccionar con
el público, violando su esencia?
Si lo que más
importa de una obra de arte es la intención del artista que
la produjo, entonces la intervención de Cannata es
lícita; sin embargo parece que sean otros los principios que
rigen los museos y galerías, es decir, solamente el valor
económico (a lo cual estamos acostumbrados), pero
estando así la cosa que no se hable más de la
sacralidad e intocabilidad del arte, sino de puro y simple valor
comercial.
Cannata es un artista (si
esta palabra tiene todavía algún sentido).A diferencia
de Pollock, Piero Cannata no se rebaja a los compromisos con el
sistema del arte, no facilita ni busca la aprobación de los
críticos ygaleristas, no le interesa, tiene cosas mejores que
hacer. Este casorecuerda, si nos fijamos, el de Van Gogh, una
persona que, incomprendida en su época, ha sido revalorizada
después de muchos años. Complace pensar lociegos que
estaban los contemporáneos de Van Gogh, que ignorantes eran
alno reconocer su genio, ah, qué tiempos más oscuros
eran aquellos. Hoy en cambio... ah, hoy el arte sí es
finalmente libre y sin prejuicios.
Piero Cannata será
nuevamente recluido en un manicomio, donde hapasado los
últimos dos años de su vida, y pasarán decenios
hasta que, finalmente, alguien venga a reconocerle su genio. Piero
Cannata no sólo entrará en los libros de historia del
arte, sino que lo hará como uno de los artistas más
radicales e innovadores de los años noventa. Obviamente
necesita esperar a la posteridad.
Epistola ex Vaticanis Museis
n.38
04-02-1999