LA HUELGA DE ARTE
Clemente Padín (Montevideo, Uruguay)
[<] Huelga de Arte
Uno de los caminos que los artistas han elegido para enfrentar al
sistema ha sido el de negarse a continuar alimentándolo con
su trabajo y con su obra. Sus fundamentos nacen en una línea
de acción que se inicia con los dadistas y continúa
con la obra de algunos artistas geniales como Duchamp (que elige el
camino de llamar arte a lo que se negaba como tal) y, sobre todo, a
las tendencias radicales del Letrismo, movimiento artístico
francés de los 40s. que pone el énfasis en la obra
"total" valiéndose del lenguaje verbal que no sólo
expresa ideas merced a la semanticidad del verbo sino que,
también, lo diseña en razón de la visualidad de
sus componentes mínimos, las letras.
También pasa por el Colegio de Parafísica y la
fundación de la Internacional Situacionista y las
consecuencias teórico-prácticas de las ideas de Guy
Debord expresadas en su libro LA SOCIEDAD DEL ESPECTACULO, sin
olvidar los "entierros" o "muertes" del arte que se suceden cada
tanto tiempo. Tal vez, la primera vez que se habló de "huelga
de arte" fue en un ensayo de Alain Jouffroy "¿Qué
hacer acerca del arte?", publicado en Arte y Confrontación,
New York Graphic Society, 1968. Allí, Jouffroy
sostenía que:
"... la abolición del arte puede ocurrir en los tiempos
actuales y el espacio de una situación pre-revolucionaria
como la de mayo de 1968. Es esencial que la minoría defienda
la necesidad de avanzar hacia la huelga de arte activa utilizando la
maquinaria de la industria cultural hasta el punto de ponerla
efectivamente en contradicción total consigo misma. La
intención es cambiar la parte mas aventurera de la
producción "artística" en una producción de
ideas, formas y técnicas revolucionarias".
La propuesta era cambiar la producción material por la
intelectual, algo así como sacarse un traje para ponerse
otro. Sin embargo, la idea tuvo la virtud de impregnar el
pensamiento de Gustav Metzger quien, escribiendo en el
catálogo que acompañaba la exposición "Arte
dentro de la Sociedad/Sociedad dentro del Arte" (ICA, Londres, 1974)
convoca a los artistas a apoyar una huelga de arte de tres
años entre 1977 y 1980. La idea era atacar la forma en que el
mundo del arte estaba organizado sin cuestionar el estatus del arte;
no obstante Metzger fue incapaz de encontrar apoyo para su plan,
probablemente porque la mayoría de artistas carecen
totalmente del sentido y el interés que les permita actuar
solidariamente con otros.
Muchos de los "boicots" realizados por artistas intentando presionar
a las instituciones para cambiar situaciones o para plantear cambios
en las legislaciones en relación al mercado del arte,
pudieran ser considerados dentro de este rubro. Así, la
Huelga de Arte de Nueva York contra la Guerra, la Represión y
el Racismo de Mayo de 1970 fue una coalición de artistas e
integrantes de la comunidad del arte, como críticos,
marchants, etc. Así, también la huelga y boicot a los
Salones Nacionales de Pintura y actividades culturales oficiales
llevada a cabo por los artistas latinoamericanos inmediatamente
antes y después de los golpes del Estado de la década
de los 70s. El boicot no cuestiona el arte en tanto
institución al servicio del stablisment. Tampoco, escapa que
la participación en tan loables disentimientos (contra la
guerra, contra la arbitrariedad, etc.) contribuyeron a consolidar la
postura privilegiada que esos artistas ocupaban dentro de la
sociedad.
El segundo intento formal por declarar la huelga de arte surge en
1985, cuando el grupo Praxis propuso una huelga de arte de tres
años, entre 1990 y 1993. Se planteó como un "rechazo
de la creatividad". Praxis estaba interesado en dilucidar
cómo los artistas habían creado identidades basadas en
la supuesta "superioridad" de su "creatividad". De ahí a
sugerir la abolición de la identidad del artista fue
sólo un paso y surgen, lo que hoy son iconos visibles de este
movimiento, Luther Blisset y Karen Elliot, entelequias creadas para
cuestionar la "marca" del artista (su firma, la genialidad asociada
a su nombre, el fetiche).
Lo mismo ocurrió con la revista SMILE que pudo ser editada
por quien quisiera en cualquier parte del mundo. Idem con el
NEOISMO, corriente artística sui generis, influenciada por el
futurismo, el dadaísmo, Fluxus y el movimiento Punk nace al
influjo de dos artistas correo, David Zack y Al Ackerman, a fines de
la década de los 70s. Asociado al Neoismo aparece el
PLAGIARISMO que apoya abiertamente la copia o plagio y el
no-copyright. El propósito era "de que diferentes revistas y
personas utilicen el mismo nombre, es crear una situación en
la que nadie en particular sea responsable así como examinar
de manera práctica las nociones filosóficas de
occidente de identidad, individualidad, originalidad, valor y
verdad".
En 1990 la huelga de arte era entendida como un medio para un debate
crítico sobre el concepto del arte. Los participantes
involucrados guardaron sus herramientas de trabajo y cesaron de
trabajar, distribuir, vender o exponer por un período de tres
años que empezó el 1° de enero de 1990, pero
fueron tan pocos que su acción no forzó ningún
cambio, salvo alimentar la tradición antagonista de algunos
sectores de artistas contra el sistema.