John Held Jr.
(Introducción a la Exposición de Sellos de Caucho de
Fluxus en la Galería de Arte The Stamp), San Francisco, 1997
Traducción Yolanda Perez
Los sellos de caucho, creados a mediados del siglo XIX como
útil para reproducir datos y textos habituales en las
empresas, no se ubicaron en el contexto artístico hasta
principios del siguiente siglo, cuando el artista Merz alemán
Kurt Schwitters los utilizó en un collage y en unos "dibujos
de sellos de caucho", combinando diferentes estampaciones del
departamento de registro de entradas y salidas de correo del
periódico de arte Der Sturm, creando imágenes
figurativas.
No fue hasta mediados de los cincuenta cuando otro artista,
Arman, comenzó a utilizar sellos de caucho en unas obras en
serie. Estos Cachets, como los llamó el artista que luego fue
miembro privilegiado del movimiento French Nouveau Realiste, al
principio estaban formadas por varios sellos en pequeñas
obras que imitaban las páginas de un pasaporte. Los Cachets
de Arman fueron aumentando de tamaño y los realizaba al
óleo y no a tinta. En este formato más grande, las
impresiones relegaban el contenido informativo de los sellos de
caucho a favor de un contenido decorativo.
Al mismo tiempo que Arman utilizaba los sellos como un nuevo
medio con el que aplicar pintura al lienzo y al papel, otros
artistas comenzaban a utilizarlos de una modo conceptual e
innovador.
La primera antología importante de sellos de caucho
utilizados por artistas la publicó Hervé Fischer en
1974 con el muy apropiado título de Arte y
Comunicación Marginal. En el prólogo, Fischer
contrasta los grandes medios de comunicación de masas como la
televisión, la radio y los periódicos, con las
sub-culturas que "existen y crecen como reacción a ellos".
Fischer cita a dos sociólogos, Marshall MacLuhan y Abraham
Moles, quienes "consideran a la sociedad como un complejo sistema
que tiene que ocuparse de la información". MacLuhan es
conocido por plantear la idea de una idea global ; una comunidad
internacional que se va reduciendo unida por las tecnologías
de la comunicación y los mensajes que producen. Moles, menos
conocido por el público en general, no fue menos influyente
en su articulación sobre el modo en que la información
maneja nuestras vidas.
El trabajo de Moles, Teoría de la Información y
Percepción Estética, publicado en 1958, fue una obra
extraordinaria que se adelantó a su tiempo.
Anticipándose al trabajo de los científicos de la
información, que primero se preocuparon por la manera en que
se comunicaran las máquinas entre ellas, Moles
presentó un análisis arquitectónico de arte.
La comprensión, declaró Moles, "es posible en tanto en
cuanto se considere, únicamente, si la redundancia del
mensaje es suficientemente amplia, esto es, si la originalidad se
diluye..." Uno de los elementos clave del mensaje es la
repetición, que Moles interpreta como "un medio de menguar la
originalidad en conjunto de la obra". Él da un ejemplo,
musique concréte, donde el problema esencial es ensamblar
objetos sónicos en una secuencia suficientemente ordenada
como para hacerla inteligible".
Debemos recordar que cuando esta obra se publicó en
París por vez primera, la tendencia que prevalecía en
arte era la novedad, lo original. El expresionismo abstracto
continuó con el legado modernista de arriesgarse en nuevos
campos, concentrándose en la individualidad de la lucha
interna del artista en busca de nuevos estados de conciencia,
liberándose con los materiales de que disponía, y el
traslado de este nuevo territorio a una audiencia preparada para
aceptarlo.
El expresionismo abstracto, como el nuevo realismo, fue un
movimiento creado por los críticos en el intento de describir
ciertas tendencias de algunos artistas contemporáneos que
trabajaban con una moda singular. Pero, al mismo tiempo, nos
encontramos con un grupo de artistas, Fluxus, que se unieron con el
propósito de colaborar artísticamente y compartir
creatividad.
Esta colaboración se manifestó tanto en proyectos de
arte visual como en acontecimientos en vivo. Los artistas, cada vez
con más frecuencia, realizaban performances en contextos como
happenings, actividad que realizaba el grupo de arte japonés
Gutai, e individualmente artistas como Yves Klein, Arman y Jean
Tingnely de los nuevos realistas.
Fluxus buscaba aunar el proceso enrarecido de las Bellas Artes y la
experiencia de cada día. Para este fin, juntarían los
Fluxus Kits, que reunían objetos corrientes en contextos poco
comunes, convirtiéndolos en juegos para que los adultos
reflexionaran.
El arte se estaba desarrollando como una guía de traspaso de
información, y los artistas buscaban nuevas maneras de
comunicar la experiencia del arte. Rechazando los medios del arte
tradicional como la pintura y la escultura figurativa, los artistas
de Fluxus (como sus contemporáneos, los artistas Pop)
experimentaron con acontecimientos y objetos corrientes desde su
propia experiencia.
Los sellos de caucho encajaban fácilmente en la estructura de
la creación de Fluxus. El medio de impresión, de un
siglo de antigüedad, fue desligado de su cometido de
útil para los negocios y divertimento infantil, y aplicado a
una utilidad sin límites en la búsqueda de una
intuición desconocida.
En este sentido, nos encontramos con un sello de caucho de Daniel
Spoerri, Attention-Oeuvre D’Art, que combina sellos de
murciélagos volando, huellas de pisadas, un carromato con
burro y un cocinero. O como el sello de Takako Saito que
utilizó personajes de Disney con mensajes indirectos.
Ben Vautier tiene sellos inventados que se reconocen inmediatamente,
casi sustituciones de su presencia real. Unos de sus sellos dice,
Portrait/Ben 61 - Autorretrato/Ben 61 - como si el sello mismo fuera
su representación.
Es la idea repetitiva lo que hace de los sellos de caucho un
vehículo sólido de transmisión de
información. Ciertas imágenes repetidamente estampadas
por artistas de Fluxus han pasado a ser su identificación,
convirtiéndose en símbolos de su existencia ; huellas
de su vida. El sello de Joseph Beuys, Fluxus Zone West, se ha
convertido en un logo que le identificará para siempre. Y hay
muchas más estampaciones como esta en el criterio de Fluxus.
No es fácil clasificar las maneras en que los artistas Fluxus
utilizan los sellos de caucho. El campo estaba completamente
abierto. Toda vez que el genio salió de la botella, la nube
circuló en todas direcciones. Se utilizaron en instrumentos
musicales. En la poesía visual. En publicaciones. Como
objetos en los Fluxus Kits.
Muchos de los sellos de caucho los elaboraban fabricantes
tradicionales, y los sellos ovalados y redondos se mofaban del uso
oficial para el que, originariamente, se habían creado.
Cuando Fischer antologó muchas de las estampaciones de Fluxus
en su obra de 1974, el uso de los sellos de caucho se había
extendido a la mucho más amplia red de arte postal.
Realmente, la idea de una red, una Eternal Network de artistas
comprometidos permanentemente con la creación, la
desarrolló Robert Filliou.
Y parecía que todo el que participaba tenía su propio
sello representativo. Si llegaba un sobre a nuestro buzón era
facilmente reconocible por sus estampaciones. En los años 70
se celebran las primeras exposiciones de sellos de caucho y aparecen
las primeras publicaciones sobre el tema. Al final de la
década aparece el Álbum del Sello de Caucho y,
también por primera vez, listas de procedencia de los sellos,
lo que hace que sean más accesibles al gran público.
El espacio de los sellos de caucho se expandió y el uso
conceptual que Fluxus le había infundido se trastocó
según fue degenerando en artesanía. El ciclo se
desplaza hacia la figuración y las técnicas como la
estampación en relieve y los adhesivos ganaron la
aceptación popular. Los sellos de caucho se convirtieron en
una herramienta poderosa con la reproducción de
imágenes con propósitos decorativos.
Pero las huellas de la actividad de Fluxus con sus sellos de caucho
de mensaje conceptual aún permanecen. Se puede buscar la
inspiración en ellos en muchos aspectos. Picasso Gaglione,
Director de la Galería de Arte The Stamp, ha reunido estas
estampaciones ; y es la exposición más completa que
nunca se ha hecho de obras de sellos de caucho de Fluxus. Tal vez
regrese la corriente, desde las almohadillas multicolores para
entintar y el polvo de las estampaciones en relieve -
artesanía de los sellos de caucho -, hacia los alcances
íntimos de la mente, donde las ideas se transforman en marcas
indelebles de caucho.